Fachadas ventiladas SATE
Nuestras zonas de actuación son las provincias de La Coruña, Lugo, Orense y Pontevedra, si bien podemos darle atención en cualquier punto de España a través de nuestras delegaciones.
La rehabilitación térmica de fachadas mediante las fachadas ventiladas SATE supone la colocación de un aislamiento térmico rígido o semirrígido al muro soporte y la creación de una cámara de aire entre dicho aislamiento y una hoja de protección formada por paneles rígidos que se fijan al muro soporte mediante una subestructura metálica. Sus ventajas además de todas las que aporta la rehabilitación térmica de fachadas con los sistemas SATE/ETICS:
- Eliminación de los problemas de salubridad asociados a condiciones de humedad y condensaciones en el interior de las viviendas, siempre y cuando las condiciones de ventilación en el interior de la cámara sean adecuadas.
- No precisa de preparaciones previas de la superficie de la fachada.
- Permite opcionalmente, alojar instalaciones en el interior de la cámara situada entre el aislante y la superficie de protección.
Construcción
Sobre la fachada del edificio (hoja interior) se ancla una subestructura metálica destinada a soportar la hoja exterior de acabado, así como una capa de aislamiento, mediante espigas plásticas o mortero adhesivo. Una vez colocada la capa aislante, se monta la hoja de acabado. La subestructura deja una cámara de aire de unos pocos centímetros entre el aislamiento y las placas que conforman la segunda piel. Las juntas entre estas placas son abiertas, permitiendo el flujo de aire.
Las placas exteriores pueden ser de diversos materiales: piedra, madera, paneles sándwich, pizarra, etc.
La piel exterior o de acabado debe disponer de ranuras tanto en la parte inferior como en la superior, para permitir la renovación de aire. En los puntos singulares (línea de cumbrera, perímetro de ventanas), se deben disponer vierteaguas u otros elementos de protección para dificultar la entrada de agua en la cámara interna, pues reduciría la efectividad del aislante térmico.
Funcionamiento
La existencia de juntas entre las piezas de fachada evita los problemas típicos de la dilatación, por lo que son fachadas que presentan un buen aspecto durante mucho tiempo. La hoja exterior también amortigua los cambios de temperatura tanto en el aislante térmico como en el impermeabilizante, prolongando su vida útil. Por último, la existencia de la hoja exterior ayuda a reducir las pérdidas térmicas del edificio: en los meses de verano la piel exterior se calienta creando un efecto convectivo que hace circular el aire en el interior de la cámara. Este “efecto chimenea” desaloja el aire caliente y lo renueva con aire más frío. En los meses de invierno el aire en la cámara se calienta, pero no lo suficiente como para crear el mismo efecto y se conserva mejor el calor. Otra ventaja es que sus labores de mantenimiento son mínimas. Se autolimpia con el agua de lluvia.
Estética
Total planimetría del aplacado de la fachada, dando como resultado un espectacular impacto estético. Las ménsulas de fijación permiten, mediante unas pletinas de regulación, modificar la plomada en los propios puntos de fijación de la perfilería.
Registrabilidad
Plena accesibilidad a la fachada del edificio, sobre la que se puede actuar en todo momento para cualquier tipo de reparación, reforma u otras necesidades de mantenimiento. El hecho de utilizar la cámara de aire para alojar instalaciones de servicios permite actuar sobre dichas instalaciones sin afectar a la estética de la fachada.
Ahorro Energético
Un edificio que disponga del sistemas de fachadas ventiladas SATE, es decir, aislamiento exterior entre las placas y el forjado de fachada con una cámara de ventilación, proporciona un ahorro energético de entre un 25% y un 35%, logrando a la vez un mejor control de la climatización interior.
Aislamiento Acústico
La combinación entre el revestimiento y la cámara de ventilación produce una reducción de entre el 10% y el 20% de la contaminación acústica procedente del exterior.
Impremeabilidad
Una fachada ventilada protege el edificio de los agentes atmosféricos en general y, en particular, de la humedad producida por la lluvia o nieve, evitando condensaciones así como las típicas manchas producidas por la humedad que afectan a la obra civil.
Seguridad
En ciertos proyectos, por razones de seguridad, puede ser recomendable suministrar las piezas enmalladas con una red de fibra por su parte posterior, con objeto de evitar, en caso de rotura accidental, el desprendimiento de la pieza fragmentada.